Las enseñanzas de la literatura

Resultó una sorpresa saber que Bill Clinton ha escrito varios libros, entre ellos Mi vida, pero, además, ya ha escrito lo que se dice será su primera novela. En ella se presentan lo que yo llamo "píldoras de sabiduría".

Aparecen en la obra pequeñas dosis de experiencia, que no extraña que tengan que ver con la política, porque Clinton ha dedicado su vida a ese quehacer.

He aquí algunas frases de esa novela:

"La frustración, la polarización, la parálisis, las malas decisiones y la pérdida de oportunidades... cada vez más políticos se dejan llevar y avivan las llamas de la rabia y del resentimiento, cuando deberían ser quienes las apagaran" (páginas 75 y 76).

"Damos por supuesto que nuestra Constitución, nuestras instituciones públicas y el imperio de la ley pueden soportar cada nueva embestida sin que nuestras libertades y nuestras vidas sufran daños".


El relato cuenta que el personaje central de esta primera novela se desempeña como presidente de los Estados Unidos, y donde sin duda se intuyen vivencias del autor. Cuando le recomendaban que no contratara a una mujer muy eficiente en su trabajo, como ejecutiva en tareas de política y administración pública, porque había trabajado con su rival, al que él suplió como gobernador, hizo caso omiso al consejo cuando ella le dijo: "Señor gobernador electo, me acabo de divorciar, tengo dos niños pequeños y estoy en ceros. Nunca llego tarde, nunca me enfermo, tecleo más rápido de lo que usted puede escupir, y si hace alguna estupidez, seré la primera en decírselo" (página 77).

Sin embargo, lo más sorprendente, a mi juicio, es el siguiente párrafo:

"Es una característica de los estadounidenses, típica de una nación construida sobre la premisa de la libertad, la independencia y los derechos individuales, pero que pisotea alegremente esos principios en otros países" (página 85).

No cabe duda de que hay un abismo entre políticos como Clinton y personajes como Trump.

Los párrafos que muestro ante los ojos de mis cuatro lectores son para reflexionar sobre la idea de que: "El que tenga oídos, que oiga; el que tenga ojos, que vea; el que tenga corazón, que ame; el que tenga alma, que piense; y el que tenga voluntad, que actúe."

Agradezco a mi amigo José Luis Luviano, quien es mi proveedor de novelas y con quien comparto la afición por la lectura. La novela motivo de estas líneas se llama El presidente ha desaparecido, de Bill Clinton y James Patterson, editorial Planeta México, 2018.

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