Vocación de servicio

Es común que los niños sueñen con un futuro en profesiones como bombero, médico, piloto y otras variadas ocupaciones. Sin duda, un lugar importante en estos sueños es el rol del policía, con su uniforme que representa el servicio a la comunidad, un escudo protector en momentos de desgracia.

Jesús Alejandro, un niño gomezpalatino con tan sólo 8 años de edad, sufría los embates de una enfermedad cuyo nombre por sí solo nos estremece, ya que conocemos lo pernicioso y mortal que suele ser. A pesar de su lucha contra esta enfermedad, Jesús Alejandro tenía el sueño de convertirse en policía.

Gracias a una cadena de personas que con cariño y afecto se unieron a su causa, comenzando con el eslabón más importante, su madre, la corporación de seguridad pública del municipio de Gómez Palacio lo recibió con los brazos abiertos como su miembro más entusiasta. Lo designaron como "el policía del día", lo llevaron a sus instalaciones y le proporcionaron el uniforme de sus sueños, además de entregarle su insignia. Así, se convirtió en miembro de la hermandad de servidores públicos.

Puedo imaginar la emoción que Jesús Alejandro debió sentir al hacer realidad parte de sus sueños, permitiéndole temporalmente olvidar el calvario que sufría y los padecimientos cotidianos.

La cruda realidad cobró su cuota, Jesús Alejandro perdió la vida, no pudo superar la enfermedad. Sin embargo, el cuerpo de seguridad no olvidó a su miembro más destacado y le rindió honores con una guardia de policías en su funeral. Sus compañeros lo recibieron en las instalaciones donde siempre había soñado estar y le rindieron honores en reconocimiento a su investidura como uno de los suyos.

Nos unimos a la familia de Jesús Alejandro para despedirlo con afecto y reconocimiento. En medio de la adversidad, este valiente niño tuvo sueños, y gracias a la empatía de la cadena humana de una comunidad generosa, logró experimentar un pedazo de felicidad.