En seguridad pública ¿cuánto hemos avanzado?
Hace 45 años que Porrúa publicó en 1978 la primera obra sobre la materia de Criminología escrita por un mexicano. Este dato lo consignó otro criminólogo mexicano, bastantes años después, y el hecho sucedió por mera casualidad, y como dijo uno de mis más famosos paisanos “lo importante es saber llegar”, si eres primero o segundo, a veces carece de importancia.
El primer autor es el que escribe estas líneas y el libro Manual de Criminología por fortuna ya alcanzó las 12 o 13 ediciones. En realidad, lo importante para mí fue que se trató del primer libro que he tenido la fortuna de que se publicara.
En otra ocasión relaté cómo fue que me interesé por la materia criminológica, por ahora cobran relevancia algunos temas que se abordaron en ese libro de los cuales compartiré algunas reflexiones.
El Manual… consta de 8 capítulos y cada uno aborda diversos temas, en el último dividido en 10 subtemas que se desarrollan bajo el título “La corrupción y crimen organizado”, se le dedican 10 de las 330 páginas de que consta, lo que da idea de que ambos temas no eran en esa época la principal preocupación de la sociedad.
En ese subtema aparece a la letra lo siguiente:
El Manual… consta de 8 capítulos y cada uno aborda diversos temas, en el último dividido en 10 subtemas que se desarrollan bajo el título “La corrupción y crimen organizado”, se le dedican 10 de las 330 páginas de que consta, lo que da idea de que ambos temas no eran en esa época la principal preocupación de la sociedad.
En ese subtema aparece a la letra lo siguiente:
La corrupción se debe más bien a la excesiva burocracia, a los servicios públicos mal remunerados y peor organizados, a la nula o escasa participación popular en la administración pública coma a la tolerancia del empleo de personas debido a influyentes en todos los órdenes, a la extorsión opresión y marginación en unos grupos sociales ejercen sobre otros, sea por su condición económica, racial, religiosa o política…
Mario Puzo, el famoso autor de la obra El Padrino escribió un artículo satírico que denominó “Como el delito mantiene a Norteamérica sana, rica, más limpia y más hermosa”, en donde con fina ironía defiende la necesidad de que todo el mundo sea corrupto, y hacer valer el apotegma de que “Lo que es bueno para los negocios es bueno para América”, no importando que para ello se incurra en la corrupción y el delito. A la distancia, décadas de años, el asunto parece estar igual o peor.
En otras páginas de la obra que comento aparece lo siguiente:
El crimen organizado no puede subsistir sin la corrupción del aparato judicial policiaco y político. Crimen organizado y corrupción van siempre de la mano.En el Manual… se afirma que el propio Estado puede convertirse en la más nefasta organización criminal, como el estado nazi y el genocidio de millones de judíos; las famosas purgas de Stalin; las atrocidades de Leónidas Trujillo en República Dominicana, etcétera.Aún México, se escribe en esta obra, no escapa de esta nefasta lista. Baste citar las masacres del 2 de octubre de 1968 y la del 1° de junio de 1971.
La llamada matanza del Jueves de Corpus fue llevada a cabo por un grupo paramilitar organizado por el propio gobierno, denominado los “halcones”, quienes impunemente a la vista y complacencia de las fuerzas policíacas, asesinaron a decenas de personas, tal vez a centenares de estudiantes y maestros, sin que hasta la fecha haya sido posible a aprender a un solo halcón, pese a los ofrecimientos del gobierno y a la enorme cantidad de pruebas como fotografías, películas, grabaciones, testimonios, etcétera. Cada quién puede pensar y opinar sobre este tema, el de la delincuencia organizada, y sí hemos avanzado en su solución a casi medio siglo de distancia.
En ese trayecto el gobierno echó mano del ejército para combatirlo, pues ya en los años 1975-1976 los utilizó al implementar la Operación Cóndor para destruir plantíos de marihuana.
Entregar el mando civil a las fuerzas armadas coma sea por conducto de la guardia nacional o directamente coma no es coma a juicio de expertos y de la propia experiencia nacional e internacional lo que parece ser la mejor solución y esta no es tarea fácil coma requiere de que los policías civiles se fortalezcan coma se profesionalicen y de que la sociedad civil a través de mecanismos legales ejerza una constante y cotidiana serie de acciones en cooperación, colaboración y supervisión de las tareas de seguridad pública, estos ejes coma sobre todo el último mencionado es el que marcará la diferencia y si bien no acabará con la delincuencia sí la contendrá a límites donde hay donde paz y armonía se logren a mejores niveles.
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