¡Lástima Margarito!
Recibí el 10 de junio del 2021 una propuesta de parte de una persona llamada Lizzette, de nombre elegante, y de apellido Reséndiz, que por cuenta del Claustro Doctoral del Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia (IMELE) se me solicita acepte el título de DOCTOR HONORIS CAUSA, en una ceremonia a celebrarse el 30 de junio de 2021, a las 18 horas, en las instalaciones de la UNAM al sur de la Ciudad de México.
Me aclaran que esa institución ha
reconocido a más de 1,400 líderes del mundo (y de las galaxias de alrededor)
por su amplia trayectoria y grandes valores éticos y morales, y que conociendo
“su” historia, (se refiere a la mía) y “su” innegable liderazgo (es que no me
conocen bien), el Claustro Doctoral tuvo el agrado de votar (expreso que no
compré ni solicité votos) para mi ingreso al mismo.
En la invitación aparece en
letras mayúsculas y negritas la fundación: AMANTES DE MÉXICO A.C. (probablemente
sesionen en campo nudista, porque así deberá quedar el aspirante después de
pagar su “donativo” y el “kit”).
Me aclaran que, si me extendiera
más de quince renglones en mi semblanza, ésta será leída (¿?) únicamente hasta
el renglón 15. El resto de la información quedará bajo la responsabilidad del
candidato (¡Lástima, Margarito! Pues tu “ridículum” pasa de las 30 cuartillas).
¡Ah! Debo acreditar fehacientemente
que los importes del donativo y el kit fueron depositados en forma correcta a
la cuenta y banco designados.
También es preciso manifestar que
toda la información que proporcione sea verídica, pues cualquier circunstancia
que se oculte o documentación incompleta puede afectar el título honorífico.
Deberé comprometerme a respetar los reglamentos, “usos y costumbres” (¿?) de la
Institución (a esta edad ya no estoy de humor para respetar más leyes,
reglamentos o costumbres que los que ya he venido cumpliendo).
¡Lástima, Margarito! Ya no vas a
poder ostentarte como “Doctor Honoris Causa” por el IMELE, pues tus ahorros no
te van a alcanzar.
Otra cosa, no puedes tomar fotos
de la ceremonia, sea por conducto de un familiar o amigo. Si lo deseas existe
también un “kit” disponible, oficial de la Institución, y debes también pagarlo
por anticipado para que asegures que esté a tiempo al concluir la ceremonia de
investidura. ¡Lástima, Margarito! Tú que te creías el más guapo del mundo, no
vas a tener el kit que te conserve para la posteridad en tan importante
horrorosidad de ceremonia.
P.D. Me olvidaba que ya soy doctor,
y que además ya soy también doctor Honoris Causa. “Se me olvidaba que, que sólo
yo te quise”
Con afecto a mi amable Lizzette.
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