Entradas

Mostrando las entradas de enero, 2024

Antes de que termine enero...

Imagen
Lo que no debemos olvidar:  Disfrutar cada mañana de un nuevo día. Gozar del baño matinal y del desayuno, que no por cotidiano debemos considerar como un hábito. La salud: Pues ésta, como lo olvidamos con frecuencia, se afecta de la manera más inesperada. Que la vida nos proporciona comodidades que, por cotidianas, ya no las tomamos en cuenta. Tenemos al alcance una multitud de tecnologías, desde el modesto reloj, que ahora es digital, hasta los teléfonos con múltiples aplicaciones. Que nos espera trabajo que cumplir, pues aun cuando resulta estresante o monótono, es motivo de retribuir socialmente a la solución de tareas que se nos han encomendado. Que tenemos familiares y amigo que forman parte medular de nuestras vidas. Si esto no es suficiente es que de plano eres un "aspiracionista" réprobo. Lo que debemos superar: Las mañaneras del innombrable. Las futuras reformas constitucionales. La galopante inflación. La carencia de eficientes servicios de salud pública. Los gasoli...

La puntualidad

Imagen
Cada núcleo familiar construye día a día su propia cultura, es decir, sus valores heredados, sin duda acrecentados, modificados o minimizados. Por ejemplo, la puntualidad de mis padres podría decir que rozaba el fanatismo; mi padre solía decir que la puntualidad es responsabilidad, que es lo que distinguía a un caballero. En mi microcosmos familiar, conté con el apoyo de mi esposa, a quien también le fue inculcada la cuestión de la puntualidad. Para mis hijos, esta parcela cultural es importante, pero ya no es fanática; depende de las situaciones. Si se trata de cumplir deberes, importa; si es para otros compromisos sociales o de esparcimiento, depende del asunto. Aunque hay que aclarar que cada uno responde a estas cuestiones según su forma de ser. Platico esto porque, en México como país, se puede generalizar que la cultura de la puntualidad no es precisamente una característica que nos distinga. Al contrario, es frecuente diferenciar entre la puntualidad mexicana y la inglesa, y no ...

La ley

Imagen
“No me vengan con que la ley es la ley” Fui educado en un hogar en el que debía respetar al prójimo, porque ello es de elemental justicia. Con el tiempo, ratifiqué en la vida cotidiana el principio y la máxima del filósofo chino Confucio: "No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti". La justicia, decían los antiguos romanos, padres del derecho, consiste en dar a cada a cada quién lo que le corresponde. De inmediato, cualquiera podría interrogar: ¿Y quién decide lo que a cada uno corresponde? A mi consideración, en primera instancia, el fundamento de la respuesta radica en la ley y, en segundo término, en el juez. De ahí nace la íntima conexión que existe entre justicia y ley; una no puede prevalecer sobre la otra. No debe resolverse una disputa o diferencia únicamente sobre el criterio de lo justo y olvidar la ley; a la inversa, tampoco. Por ejemplo, cuando nació la ley del talión, basada en el principio de "ojo por ojo y diente por diente", fue un enorme a...

El libro del sepulturero

Imagen
Recién terminé la lectura de una novela titulada El libro del sepulturero , cuyo título, a mi juicio, resulta poco atractivo para emprender la tarea de conocer su contenido. Sin embargo, los elogiosos comentarios sobre el tema que aborda, resumido en una novela policíaca centrada en el personaje principal, un detective que aplica las enseñanzas de su maestro, el austriaco Hans Gross, autor de la obra Manual del juez , despertaron mi interés. Gross publicó este manual a principios de la última década del siglo XIX, ganando rápidamente celebridad por la novedad de su contenido. En mi pequeña bib lioteca lo atesoro como un hallazgo en las librerías de viejo. La mención de Hans Gross atrajo mi atención debido a mi afición por la criminología y la criminalística, ya que conocía la existencia real de este personaje. Gross, quien se desempeñó como juez instructor durante el gobierno de Francisco José en el Imperio Austrohúngaro, se percató de la necesidad de llevar a cabo investigaciones cri...

No llores por mí, Argentina

Imagen
Apenas el 10 de este frío diciembre, recibimos por televisión las imágenes del recién elegido presidente de Argentina. A los dos días de iniciar su periodo de gobierno, ya había devaluado la moneda en un 100%, es decir, de 400 pesos argentinos por cada dólar, pasó a 800 en su cotización oficial. Ni qué decir del llamado "dólar blue", es decir, el que se trafica en el mercado negro. Este duro golpe no fue sino uno de tantos. También decidió el despido de una buena cantidad de burócratas del gobierno federal; las 16 secretarías, las redujo a 8 y retiró el subsidio a la gasolina, la luz, etc. La explicación de estas medidas económicas se encuentra con mediana claridad en lo que el primer mandatario señaló en breves frases: "No hay plata, estamos quebrados". Tampoco está programado el gasto público y las malas noticias no cesan; el panorama está para llorar. ¿Cómo puede suceder este desastre en un país que antaño presumía ser una de las economías mejor situadas de Latin...