La cuesta de enero
Hace años empecé a escuchar la frase "la cuesta de enero" y aprendí que cada anualidad el primer mes es difícil porque, físicamente, durante diciembre nos excedimos en la comida —kilos de más— y en la bebida, algunas que otra cruda, y el fantasma amenaza con golpear la economía personal a causa de los costos derivados de los excesos de las fiestas: regalos, gastos de más, pago incrementado en impuestos, en colegiaturas, etc., todo convertido en una empinada cuesta arriba. En medio de esta depresión física y moral, he emprendido la lectura de una novela, La conjura de los necios , debido a la pluma de John Kennedy Toole, que nada tiene que ver con el recordado mandatario estadunidense asesinado en Dallas, Texas. Premonitorio texto, pues no parece ser suficiente con la "conjura" de políticos externos encabezada por Trump, y de internos dirigidos por el Trío atómico de Fernández Noroña, Adán Augusto López y Ricardo Monreal. A ellos hay que sumar una cauda interminable ...