Vacaciones inolvidables
Seguramente, cuando vivíamos bajo el alero del hogar familiar, tuvimos la experiencia de unas vacaciones inolvidables en nuestra infancia, adolescencia o juventud. En la década de los años cuarenta del siglo pasado, hará alrededor de los tres cuartos de centuria, radicaba en Acámbaro, pequeña población del estado de Guanajuato que apenas contaba con unos 20 0 25 mil habitantes. En aquel entonces no existía la cultura de vacacionar al estilo actual para disfrutar de playas, lugares de veraneo y pueblos mágicos, tal vez porque vivía en uno de ellos y era feliz sin darme cuenta. Vivíamos en medio de una paz idílica al estilo porfiriano. Pero en una ocasión que ignoro cómo se decidió, mi familia y la de mis primos Ortiz, decidieron que pasáramos las vacaciones escolares de fin de año con la familia Dueñas, en la sierra Tarahumara de Chihuahua, donde vivía una de las hermanas de mi mamá. Mi madre fue la menor de cuatro hermanos: Dolores -mi tía Lola-, fue la mayor y se casó con Antoni...