Ni una pregunta más

Nuevamente, después de un año, aquel discípulo que en un examen extraordinario de la materia de Derecho Penal falló en el tema del llamado “Delito Imposible”, y de haber porfiado en obtener la licenciatura repitiendo el curso en esa materia, se presentó a su examen final. Parece ser que el ser humano está condenado a repetir la historia, en este caso, la muy particular del empleado de la Administración de Correos, pues a las preguntas de los sinodales daba tumbos, respondía a medias fallaba unas, acertaba a pocas. Después de batallar minutos, para el sustentante de angustia, sentado con sus libros frente a él, cerrados como celosos guardianes de un tesoro, y para los sinodales, indecisos ante respuestas poco satisfactorias; al filo de la navaja entre aprobar y reprobar, esta vez sí sucedía lo segundo, al borde de ser separado como alumno y trunca su terquedad de ser abogado. Al fin, uno de los sinodales, le expresó: - “No sabemos si pasarte o reprobarte,...