Por sus frutos los conoceréis
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Desde la más alta tribuna del gobierno federal se reitera el eslogan de que “no somos lo mismo”, como divisa de origen prístino; se multiplican las ocasiones para probar que “somos de otra clase”, que “nosotros nunca vamos a mentir”, que “nuestro gobierno será transparente” y “rendirá cuentas claras al pueblo sabio”. Y con el tiempo suceden hechos, no palabras, no frases, no dichos de políticos sino verdades, situaciones objetivas, ajenas a la apreciación subjetiva o a interpretaciones amañadas de organismos, como la exoneración de los casos del piadoso y honesto Pío, o de Manuel Bartlett, nuevo San Pablo arrepentido de los pecados de su época del liberalismo y ahora acólito destacado del nuevo Mesías, que no tuvo empacho de presentar un oficio de una dependencia oficial falsificando el documento, en su contenido y en su firma, para justificar por qué se le cayó el sistema… eléctrico. La evidencia de la confesión de su “honorable conducta”, frente a la audiencia nacional en una...